Tras su impresionante victoria, se iniciaron conversaciones para un combate de unificación con el campeón de la AMB, Gervonta Davis. Pero las negociaciones fracasaron cuando Lomachenko decidió retirarse del boxeo durante el resto del año.
El campeón, de 36 años, quería volver a casa, pasar tiempo con su familia y ayudar en los esfuerzos de su país contra la invasión rusa. Esta decisión dejó a muchos preguntándose sobre su futuro en el deporte.
Al principio, Bob Arum, el promotor de Lomachenko, parecía confiar en el regreso del boxeador. En agosto, Arum declaró al canal Maestro A:
"Almorcé en Los Ángeles con Vasiliy y su padre antes de que regresaran a Ucrania. Me dijo: 'Bob, he peleado mucho. Soy un boxeador mayor. Quiero volver a Ucrania para pasar tiempo con mi familia', porque hay una guerra en Ucrania. En algún momento del próximo año estaremos hablando para hacer una pelea importante. Así que no está retirado, volverá el año que viene".
Pero Arum ha cambiado de opinión. En una reciente actualización a Boxing Scene, sonaba menos seguro sobre los planes de Lomachenko:
"No hay absolutamente ninguna manera de saber lo que va a hacer y si me preguntaras ahora mismo lo que está haciendo, te diría: 'No lo sé'. ... Lo ha hecho muy bien conservando su dinero, cuidando de su familia y tiene todas sus facultades; ha conseguido todo lo que quería de una carrera profesional. Estoy muy contento. Por supuesto, si quiere volver y pelear, que Dios le quiera, y le ayudaremos con su próximo combate".
Lomachenko, conocido por ser uno de los púgiles aficionados de mayor éxito, aún no ha hecho comentarios públicos sobre su futuro. Mientras tanto, la IBF pronto tendrá que decidir qué hacer con su estatus de campeón.
Si volveremos a ver a Lomachenko en el ring sigue siendo una incógnita. Por ahora, parece que el púgil ucraniano está centrado en asuntos ajenos al mundo del boxeo.