Tyson Fury y Oleksandr Usyk volverán a pelear el 21 de diciembre en Arabia Saudí. Los dos campeones de los pesos pesados lucharán por todos los cinturones en una revancha de su reñido combate de mayo.
Usyk ganó el primer combate por decisión dividida. Dos jueces dieron la victoria al ucraniano y uno a Fury. La victoria dio a Usyk los títulos de la FIB, la AMB, la OMB y el CMB, convirtiéndole en campeón indiscutible de los pesos pesados.
El noveno asalto de su anterior combate fue un momento clave. Usyk puso en serios aprietos a Fury y estuvo a punto de detenerle. El árbitro dio a Fury una cuenta de ocho, que podría haberle salvado de ser noqueado.
Fury no está de acuerdo con la forma en que los jueces puntuaron el combate. Se lo dijo al canal de YouTube Undisputed:
"Obviamente los jueces lo vieron de forma diferente, un par de ellos lo hicieron, uno de ellos me dio la victoria, eso es lo que fue. Fue lo más reñido posible. No me llevé el gato al agua, pero la próxima vez lo haré bien".
El púgil británico cree que sólo perdió tres asaltos: el 8º, el 9º y el 10º. Cree que el 9º asalto debería haber sido puntuado 10-8 a favor de Usyk.
Para la revancha, Fury quiere cambiar su plan de juego. No cree que vaya a ganar si el combate lo deciden de nuevo los jueces.
"Voy a tener que quitárselo de las manos a los jueces, como hice aquella vez en Estados Unidos, y tengo que sacarlo de ahí. Con la mano en el corazón creo que tengo que sacarle de ahí para ver la victoria".
Fury dice que ya sabe contra quién peleará después de la revancha con Usyk. Pero por ahora, todos los ojos están puestos en el enfrentamiento del 21 de diciembre en Arabia Saudí. Los aficionados al boxeo están impacientes por ver si Fury consigue igualar el marcador o si Usyk demostrará que su primera victoria no fue una casualidad.
