Beterbiev, conocido por su potencia bruta y su récord perfecto de nocauts, habló a Queensberry Promotions sobre sus planes de futuro:
"Para esta categoría creo que éste es el objetivo principal, para esta categoría. Después ya veremos. ¿Desafíos? Tal vez diferentes categorías, subir. Ya veremos. No estoy centrado en eso [ahora mismo]".
El púgil de 1,70 metros tendrá las manos ocupadas contra el invicto Bivol, que se ha hecho un nombre por sus calculados movimientos y sus habilidades boxísticas. Es un combate difícil de pronosticar, ya que muchos lo ven demasiado reñido.
Si Beterbiev sale vencedor, tendrá que engordar unos 15 kilos para competir en el peso crucero. El salto supone nuevos retos: rivales más grandes, más potencia y púgiles de mayor alcance.
La división de peso crucero tiene algunos clientes difíciles en la parte superior. Jai Opetaia posee el cinturón de la FIB, Gilberto Ramírez el de la AMB, Noel Mikaelian el del CMB y Chris Billam-Smith el de la OMB. Ramírez y Billam-Smith unificarán sus títulos el 16 de noviembre, lo que podría dar pie a un combate aún más importante.
Bob Arum, promotor de Beterbiev, cree que un ascenso podría ser demasiado. Está especialmente preocupado por un posible enfrentamiento con el duro Opetaia, calificándolo de "un paso demasiado lejos".
Por ahora, la atención de Beterbiev se centra en Bivol y en la oportunidad de convertirse en campeón indiscutible. Es el combate de su vida, y necesitará cada gramo de su famoso poder para propinar a Bivol su primera derrota.