La victoria de Bakole sobre Anderson fue la actuación más impresionante de la cartelera. Llevaba mucho tiempo diciendo a todo el mundo que era el hombre peligroso de la división de los pesos pesados. Respaldaba esas afirmaciones con historias de sparring, pero los aficionados querían verle demostrarlo en el cuadrilátero. Ahora lo ha conseguido.
La victoria ha mejorado la posición de Bakole con Riyadh Season y Turki Alalshikh, abriéndole más oportunidades para grandes combates.
Tras su victoria, Bakole no ha perdido el tiempo y ha llamado a posibles rivales. Tiene la vista puesta en tres luchadores: Zhilei Zhang, Agit Kabayel y Joseph Parker.
"Por ahora, gente que esté a mi nivel. Gente con la que pueda pelear porque ahora soy el número seis del top ten. Me gustaría pelear con siete, ocho, nueve, diez. Voy a mencionar Zhang. Será una buena pelea, quiero parar a ese hombre. Mencionaré a Kabayel. Esa es una gran pelea. Diría Joseph Parker. Son tres nombres".
La empresa promotora de Bakole, BOXXER, compartió su declaración en las redes sociales, despertando el interés por estos posibles enfrentamientos.
Sin embargo, algunos de estos combates podrían ser difíciles de realizar. El promotor Frank Warren afirma que Zhang probablemente tendrá una revancha con Joseph Parker, que le derrotó recientemente. Eso elimina a ambos púgiles de la mesa por ahora.
Kabayel podría ser una opción más realista. Ha estado casi inactivo durante años, pero está reapareciendo en los programas de la temporada de Riad. Una pelea con Bakole podría ser un buen paso para ambos.
La victoria de Bakole sobre Anderson no es su primera gran victoria. Ya ha vencido a otros dos contendientes de peso pesado que muchos consideran "hombres del saco": Arslanbek Makhmudov y Frank Sánchez. Estas victorias, unidas a su nocaut sobre Anderson, han consolidado a Bakole como una fuerza peligrosa en la división de los pesos pesados.
Ahora, todos los ojos están puestos en el próximo movimiento de Bakole. ¿Conseguirá el gran combate que busca? Sólo el tiempo lo dirá, pero una cosa es segura: la división de los pesos pesados tiene una nueva amenaza a la que prestar atención.