Tyson, el ex campeón de los pesos pesados, ha dado un giro completo a su postura sobre enfrentarse al YouTuber convertido en boxeador. Hace poco menos de dos años, Tyson apareció en el podcast Full Send y dijo que nunca se subiría al ring con Paul.
"Mi familia adora a Jake Paul, nunca, nunca pelearía con él. Todos en mi familia aman a este pequeño blanco hijo de puta... Déjale tener su reinado, déjale tener su tiempo. No quiero pelear con él. Yo peleo con verdaderos luchadores. Peleo con luchadores que lastiman a hombres grandes, fuertes y aterradores, con ellos peleo".
El cambio de opinión del púgil de 58 años ha levantado ampollas. Hay una diferencia de edad de 30 años entre los dos púgiles, y los aficionados y expertos se preocupan por la seguridad de Tyson. Estas preocupaciones aumentaron cuando el púgil de 58 años tuvo que posponer el combate debido a un brote de úlcera.
Tyson se refirió a la situación diciendo:
"Quiero agradecer a mis fans de todo el mundo su apoyo y comprensión durante este tiempo. Desgraciadamente, debido a un brote de úlcera, mi médico me ha aconsejado que reduzca mi entrenamiento durante unas semanas para descansar y recuperarme. En general, mi cuerpo está en mejor forma que desde los años 90, y pronto retomaré mi programa de entrenamiento. Jake Paul, puede que esto te haya dado algo de tiempo, pero al final seguirás noqueado y fuera del boxeo para siempre. Agradezco la paciencia de todos y estoy impaciente por ofrecer una actuación inolvidable a finales de año".
El ex campeón ya ha reanudado los entrenamientos y ha enviado varias advertencias a su oponente. Éste será el primer combate profesional de Tyson en casi veinte años. El combate se celebrará el 15 de noviembre en el AT&T Stadium de Texas y se retransmitirá en directo por Netflix.