"En total, para el combate con Fury me entrené durante cuatro meses. Primero un mes en Camerún, luego fui a negociar y firmar un contrato, y después tres meses antes del combate. Todo era diferente para mí, así que al principio hice tres asaltos de sparring y con el tiempo añadimos más. Durante el combate me di cuenta de que cuando estaba en mi postura normal, Fury venía a por mí y me presionaba, pero cuando me puse en postura de zurdo, empezó a pensar más y el ritmo se ralentizó. Por eso me ha tumbado tan a menudo con la zurda. Hice un octavo asalto muy bueno, pero en el noveno tuve una crisis. Antes del último asalto recuperé fuerzas y pude seguir boxeando. Creo que debería haber ganado el combate a los puntos, y de hecho lo gané. Había una cláusula de revancha en el contrato, pero sólo si llegaba al octavo asalto. Pero la revancha no se produjo porque no era el momento adecuado", declaró el ex campeón de los pesos pesados de la UFC, que tiene previsto regresar a las MMA antes de fin de año y luchar por el cinturón de la PFL que ostenta Renan Ferreira (13-3).
"La preparación para el combate contra Joshua fue mejor. Un mes antes tuve cuatro sesiones de sparring de diez asaltos cada una con los mejores sparrings. La diferencia, sin embargo, era que nadie apostaba por mí contra Fury y de repente se esperaba que Joshua hiciera algo especial. Había algo más. Durante toda la semana anterior al combate, cuando teníamos varios eventos, nos traían una hora y media antes. Mi entrenador estaba furioso y acusó a los organizadores de hacerlo sólo para cansarme. Joshua llegaba puntual. Entonces no lo entendí y tranquilicé a mi entrenador diciéndole que no era nada, pero hoy lo veo de otra manera. El día del combate llegamos al gimnasio a las 22.45 horas. En los vestuarios oímos enseguida que la retransmisión se había retrasado y que subiríamos al ring sobre la 1:45 horas. Entonces miré y vi que Joshua había llegado a la arena a la 1:30 hora local. En ese momento pensé: "¿Cómo es posible si tenemos que pelear en quince minutos?". Acabamos subiendo al ring a las 3:30. En algún momento, en el vestuario, al haber pasado tantas horas sin comer, porque suelo comer cinco horas antes del combate, me sentí somnoliento y cansado. Por supuesto, no quiero decir que si no hubiera sido por eso, habría vencido a Joshua. No lo creo. Ni siquiera le culpo, simplemente hizo lo suyo. De eso culpo a los organizadores. De todos modos, algo me pasaba y me sentía raro", declaró Ngannou.
El camerunés añadió que probablemente volverá al boxeo después de uno o dos combates en MMA.