Los planes para este combate de alto riesgo suscitaron preocupación debido a la edad de Mike Tyson (57 años), lo que llevó a algunos miembros de la comunidad boxística a cuestionar su seguridad. En respuesta a estas preocupaciones, Tyson tachó las críticas de "celos" por el gran interés que ha despertado el evento.
En un principio, Jake Paul bromeó sobre la posibilidad de enfrentarse a Tyson durante su aparición en "The Journey Podcast" diciendo,
"Empezaré a comer donuts de Krispy Kreme, subiré a los pesos pesados y me enfrentaré a Mike Tyson. Eso sí que me entusiasmaría y sería un evento de 300 millones de dólares. Así que, Mike, si estás viendo esto, vamos a divertirnos. Nueva escuela contra vieja escuela, creo que es algo que los aficionados querrían ver".
Este comentario humorístico subraya cómo ambos púgiles ven el potencial comercial de su enfrentamiento más allá de la propia competición.
Junto a este combate estelar, se celebrará otro en el que Amanda Serrano se enfrentará a Katie Taylor en la revancha por el campeonato indiscutible del peso superligero, una continuación de su combate de 2022, que se saldó con una victoria por decisión dividida para Taylor. Jake Paul ya había anunciado este combate.
Ambos combates principales prometen a los espectadores una competición intensa y claridad sobre los límites profesionales en deportes como el boxeo, donde la edad y la resistencia forman parte del discurso público.
Mike Tyson es un boxeador profesional retirado conocido en todo el mundo por su feroz pegada y su intimidante presencia dentro del cuadrilátero. Entre los hitos de su carrera figura haber sido campeón mundial indiscutible de los pesos pesados a finales de la década de 1980.
Jake Paul, que en un principio se hizo famoso como actor y personalidad de las redes sociales, se ha labrado recientemente un nombre en el boxeo con una serie de combates de alto nivel contra otras celebridades y atletas en transición a los deportes de combate.