Durante la rueda de prensa, Anthony Girges calificó a Ennis de "campeón por correo electrónico", pero éste contraatacó ferozmente con amenazas de propinar a Crowley la "peor paliza de su vida". La tensión fue en aumento cuando Girges lamentó que el combate no se celebrara en Ontario, donde habría acudido más público sólo para el acto de prensa.
Bozy Ennis cuestionó las decisiones pasadas de Crowley de no pelear con Ennis a pesar de una oferta de 300.000 dólares el año pasado. Sin embargo, mostró su agradecimiento a Crowley por dar un paso al frente ahora que otros dudaban. Por su parte, Crowley habló de sus problemas de salud mental y respetó la oportunidad de pelear.
Jaron Ennis tiene grandes planes de futuro más allá de este combate. Su objetivo es convertirse en campeón indiscutible del peso welter y, con el tiempo, pasar a dominar en otra categoría de peso. Su padre y entrenador, Bozy, hizo hincapié en el compromiso de su hijo y en que está preparado para enfrentarse a cualquier rival.
El promotor Eddie Hearn compartió sus impresiones sobre el fichaje de Ennis, que tardó cinco años. Se conocieron durante la semana del combate Canelo-Danny Jacobs en Las Vegas. El objetivo de Hearn era traer a Ennis de vuelta a casa para este importante combate, cumpliendo así un hito tanto personal como profesional.