En su último combate, Inoue defendió sus títulos de peso supergallo de la AMB, el CMB, la FIB y la OMB contra Luis Nery en el Tokyo Dome. La asistencia fue impresionante: 55.000 espectadores presenciaron el combate. Cabe destacar que este combate se celebró en el mismo lugar en el que Buster Douglas había derrotado a Mike Tyson 34 años antes. El combate fue dramático; Inoue sufrió el primer derribo de su carrera durante el primer asalto, pero recuperó rápidamente el control y acabó noqueando a Nery en el sexto.
De cara al futuro, se ha señalado a Sam Goodman como el próximo rival potencial de Inoue. Goodman llamó a Inoue tras su reciente victoria en Tokio y es el retador obligatorio de la IBF. Las negociaciones dirigidas por Turki Alalshikh de Arabia Saudí incluyen la consideración de sedes alternativas en Arabia Saudí y el Es Con Field Hokkaido de Japón.
Económicamente, hay mucho en juego en el próximo combate de Inoue. Inoue ganó 3,8 millones de dólares en su combate con Nery, pero podría ganar casi el triple, unos 10 millones de dólares, si acepta un acuerdo facilitado por los intereses saudíes como parte de la Riyadh Season. La propuesta de un evento principal con Anthony Joshua el 20 ó 21 de septiembre concuerda estrechamente con este plan.
Esta posible pelea en el Reino Unido sería el primer combate para Inoue en Inglaterra, aunque anteriormente compitió en Glasgow en mayo de 2019. En ese momento, reclamó el trofeo del peso gallo de la World Boxing Super Series.