Los detalles de la pelea revelan que ambos púgiles se enfrentarán en ocho asaltos de dos minutos cada uno, con guantes de 14 onzas, sin casco y sin que se aplique la regla del "no derribo". Será el primer combate profesional de Tyson en casi dos décadas, el último de los cuales fue una derrota ante Kevin McBride.
En una entrevista con talkSPORT, Warren criticó la decisión de los organismos reguladores de Texas de permitir este combate. Afirmó: "Mike Tyson tiene 58 años y no debería pelear, así de simple". Warren destacó el riesgo que entraña, señalando que aunque los espectadores podrían ver inicialmente al "Mike Tyson de época", la fatiga de Tyson podría hacerse patente rápidamente. También mencionó: "Durante un asalto vas a ver al Mike Tyson de siempre lanzando bombas, y después será un tipo de 58 años en el ring con un tipo más joven".
Warren condenó además a la Comisión de Boxeo de Texas por autorizar un combate de este tipo en el que participa un atleta de edad avanzada con un riesgo significativo para su salud. Sus agudas observaciones encapsulan preocupaciones más amplias sobre la legitimidad y el peligro del combate.