En una reciente escalada de su larga enemistad, Saúl "Canelo" Álvarez y Óscar De La Hoy a intercambiaron amenazas legales. El conflicto tiene su origen en asuntos del pasado, como un pleito, disputas financieras y la separación de De La Hoya de Golden Boy Promotions. Al abordar el asunto públicamente en varias plataformas el pasado miércoles, ambas partes han dejado claro que la reconciliación no está sobre la mesa.
Álvarez y De La Hoya han estado enredados en disputas durante años. Entre ellas, acusaciones de Álvarez sobre la mala gestión financiera de De La Hoya y una ruptura muy pública con Golden Boy Promotions. La tensión alcanzó nuevas cotas tras una rueda de prensa en la que Óscar De La Hoya declaró que nunca repararía los lazos con Álvarez. Declaró a Boxing Scene: "Soy de los que siempre entierran el hacha de guerra, pero ese barco ya ha zarpado. Si hay una persona en el mundo con la que no voy a enterrar el hacha de guerra, probablemente sea él".
En respuesta a las declaraciones de De La Hoya en una entrevista con Boxing Social, Álvarez expresó su frustración y descartó cualquier posibilidad de difamación, afirmando que tenía pruebas de malos manejos financieros por parte de De La Hoya. Comentó: "No espero nada menos que eso con ese tipo de persona. Es un gilipollas. No sé, porque está enfadado porque dejo Golden Boy. Soy el diamante de Golden Boy, Golden Boy no es lo mismo sin mí, por eso está enfadado... Tengo pruebas, puse a mis abogados e intentó robar dinero". Álvarez recalcó su falta de interés en más enfrentamientos a menos que se le provoque.
A pesar de la agitación legal en curso, Álvarez sigue centrado en su carrera boxística. A sus 33 años y ya célebre como campeón de cuatro divisiones y antiguo rey de la libra por libra, se enfrenta a Jamie Munguia este fin de semana en Las Vegas, donde defenderá sus títulos de peso supermedio.