Los jueces puntuaron la contienda 115-109 y 114-110 a favor de Ryan García, y uno de ellos, 112-112. A pesar de haber sido derribado en los asaltos séptimo, décimo y undécimo, Haney elogió su propio espíritu en una conmovedora publicación en las redes sociales. Expresó su deseo de revancha y afirmó su condición tras el combate: "Luché como un verdadero campeón. Me levanté de la lona y seguí luchando. Estoy bien al 100% y me encantaría volver a hacerlo mientras los dos estemos en peso. No tengo nada roto... De la misma forma que te lavas los platos, [tienes que] ser capaz de aguantarlo. Volveré".
La estrategia de Ryan García le valió elogios generalizados, ya que conectó 96 golpes potentes de un total de 106 golpes durante el combate. Tras esta rigurosa contienda, anunció un cambio a la categoría de peso welter para su próximo combate.
Bill Haney, padre y entrenador de Devin, compartió en las redes sociales sus impresiones sobre cómo piensan recuperarse de este revés. Su reflexiva declaración hacía hincapié en la resistencia y la previsión: "Convertimos las derrotas en lecciones y luego las transformamos en bendiciones... Sin duda queremos la revancha. Vamos a mantener la cabeza alta, el pecho fuera, la barbilla alta. Eso es lo que significa ser un Haney. No tenemos excusas".
Devin Haney es ampliamente reconocido dentro del boxeo no sólo por un impresionante récord, sino también por su trayectoria anterior sin sobresaltos que le llevó principalmente a ser campeón del peso superligero del CMB, un título que técnicamente retuvo debido a que Ryan García no cumplió los criterios de pesaje. Ryan García causó sensación en los círculos del boxeo no sólo por su rendimiento, sino también por su importante poder de pegada, que ha dado forma a la mayoría de las victorias de su carrera.