Los boxeadores nunca se cayeron bien y solían intercambiar constantemente cumplidos en los medios de comunicación. Pero para que un deportista progrese, es necesario hacer sparring con compañeros fuertes. Al final, Jay Deese, mánager y segundo entrenador de Wilder, le organizó un combate con Miller sin previo aviso.
"Este tipo se reía de mí. Un día llego al entrenamiento, miro, y Miller está allí esperando para nuestro sparring. Ni siquiera escuché todas las tonterías que me dijeron los entrenadores antes del sparring, sólo quería subir al ring lo antes posible. Durante todo el sparring le golpeé y hablé con él constantemente. Traté este sparring como un combate de verdad. Miller acabó en el hospital con una conmoción cerebral", declaró Wilder, que ostentó el trono de los pesos pesados del CMB durante más de cinco años.