El jefe de la UFC, Dana White, no experimentó ninguna amargura cuando murieron sus padres. Anteriormente, el funcionario señaló que no tenía la mejor relación tanto con su madre como con su padre.
"Estoy bien. Me centro en mis hijos, en mi relación con ellos, y he dejado la relación con mis padres en el pasado. No le deseaba ningún mal a ninguno de mis padres, pero no, no me sentí triste cuando murieron, casi no tuve sentimientos al respecto, para ser sincero. Cuidé de mi padre, lo trasladé a Maine y lo enterré allí con su familia. En cuanto a la madre, no tuve nada que ver: su familia se hizo cargo de todos los cuidados cuando falleció", dijo White en una entrevista con Piers Morgan.