En los nueve primeros asaltos, los contrincantes asestaron un número muy parejo de golpes. Los mejores asaltos de Lomachenko fueron el décimo y el undécimo, en los que asestó 20 golpes potentes frente a los 6 de Haney.
Lomachenko lanzó 159 golpes más, asestó 9 jabs más y 5 golpes de potencia más que Haney. Lomachenko asestó el 30% de sus golpes potentes, mientras que Haney asestó el 41%.