La selección checa de boxeo siguió el ejemplo de estadounidenses e irlandeses y decidió boicotear los campeonatos del mundo de aficionados, tanto masculinos como femeninos, auspiciados por la Asociación Internacional de Boxeo (IBA). Anteriormente, la IBA permitía a rusos y bielorrusos participar en las competiciones y actuar bajo sus propias banderas e himnos.
"La organización de la IBA está dirigida por un ruso muy cercano a Vladimir Putin, y Gazprom lo paga todo. Umar Kremlev, el jefe de la IBA, consiguió su influencia gracias al dinero. El problema es que algunos países se dejan sobornar. No está bien", afirma Marek Simak, presidente de la Asociación Checa de Boxeo, y añade que ya se está negociando la creación de una nueva organización que pueda competir con la IBA.
"La nueva asociación debe ser proeuropea y anti-Putin. Y, sobre todo, queremos luchar por mantener el boxeo en los Juegos Olímpicos", añadió Simak.