Saúl Álvarez no notó ninguna debilidad particular de Gennady Golovkin durante su última pelea contra Ryota Murata. Golovkin tuvo un comienzo lento en este encuentro y falló numerosos golpes del japonés durante los primeros cuatro asaltos. El kazajo disputó su primer combate en casi 17 meses, pero acabó deteniendo a Murata en el noveno asalto.
Según Álvarez, Golovkin, de 40 años, parecía el antiguo púgil, no el viejo. Álvarez discutió la última actuación de Golovkin con un pequeño grupo de periodistas el martes en el MGM Grand después de su "llegada" ceremonial para la tercera pelea del sábado en el T-Mobile Arena.
"Hizo un muy buen trabajo", dijo Álvarez. - Es el mismo boxeador. Es fuerte. Recibe golpes. Pega fuerte. Así que es un buen luchador, igual que antes".
Los jueces Robert Hoyle (79-73), Glenn Feldman (78-74) y Alex Levine (77-75) favorecieron a Golovkin frente a Murata tras los primeros ocho asaltos. El árbitro Luis Pabón detuvo la pelea a los 2:11 del noveno asalto cuando el entrenador de Murata tiró la toalla justo cuando comenzó la cuenta atrás tras el derribo de su protegido.
Murata, que perdió el título de la AMB a manos de Golovkin, perdió por primera vez como profesional, aunque dejó al descubierto algunos de los defectos defensivos de Golovkin y asestó algunos golpes duros. Al mismo tiempo, Álvarez cree que Golovkin no tuvo miedo de la fuerza de su oponente cuando falló sus golpes al principio de su pelea de 12 asaltos.
"Creo que falló mucho porque Murata no pega fuerte", dijo Álvarez. "Por eso, él está como 'bien'. Creo que sí, aunque, de hecho, por supuesto, no lo sé con seguridad".
