Según el reporte oficial, 41.828 espectadores vieron el evento en vivo. Se vendieron 37.022 entradas, con casi 5.000 entradas regaladas.
La velada de boxeo se mostró en los Estados Unidos como parte de un pay-per-view. Según información extraoficial, las ventas ascendieron a 240.000 compras, y la recaudación de todo el evento superó los $20 millones.