Mark Coleman, miembro del Salón de la Fama de la UFC, agradeció el apoyo de todos sus seguidores.
"Me duelen los pulmones y tengo los ojos quemados, pero estoy vivo y bien. Me siento increíblemente afortunado y abrumado por el amor y el apoyo que he recibido. Si tuviera la oportunidad, me reuniría con todos y cada uno de vosotros, os daría un gran abrazo y os daría las gracias en persona. Os estoy verdaderamente muy agradecida. Mi objetivo sigue siendo el mismo: seguir haciendo todo lo posible para motivar a la gente a dar el siguiente paso y convertirse en la mejor versión de sí mismos. No sabemos lo que nos deparará el mañana. ¡Sigamos avanzando! En cuanto me levanté de la cama y me dirigí a la puerta, fue horrible. No podía respirar. Casi tuve que salir para sentir el aire. No podía creer lo que había pasado. Mis padres siempre han sido mis héroes, nunca me dejaron sola durante 59 años y estoy feliz de haber podido salvarlos. Si no hubieran estado aquí, no habría podido vivir en armonía conmigo mismo", declaró Coleman al Daily Mail.