No había conflictos religiosos en la familia de Usman.

"Mi padre es musulmán, mi madre cristiana, pero nunca han tenido un solo conflicto por la religión. Ni una sola vez. Somos tres niños e hicimos lo mismo que nuestro padre: íbamos con él a la mezquita, nos educaron en esta tradición. Luego nos mudamos a Estados Unidos y nuestra madre iba a la iglesia los domingos. Y en Estados Unidos, el domingo es el día de los partidos de fútbol. Cuando mi padre nos mandaba a mi madre y a mí un par de horas, significaba que podía quedarse solo en casa y dedicarse a ver el fútbol", explicó el combatiente.